La Champions League llega a su etapa más emocionante y esperada. Los dos mejores equipos europeos de esta temporada se encontrarán en Wembley y los alicientes para creer en una gran final abundan.
Barcelona y Manchester United se encontrarán por onceava oportunidad en torneos internacionales, con la final de Champions de 2009 en Roma como último antecedente. Esa que terminó ganando el equipo español con los goles de Eto’o y Messi.
Precisamente, Lionel Messi, por el lado del Barça, fue y será el hombre clave para su equipo. Mientras que en la vereda de enfrente, la del Manchester, habrá otro latinoamericano que buscará destronar al argentino y conducir a los Red Devils hacia su cuarta Champions: Javier Chicharito Hernández.
Messi-Chicharito, Chicharito-Messi. Dos delanteros distintos por talento y similares por estilo, pero ambos, a su manera, con un gran presente. A su manera porque el mexicano, sin dudas, está teniendo actuaciones formidables en su primera temporada en la Premier League y demuestra en cada partido que Sir Alex Ferguson no se equivocó con su compra. A su manera porque para el argentino esta no es su primera temporada en Europa, ni la primera en que deslumbra a todo el planeta con su fútbol.
Chicharito vive, partido a partido, un continuo proceso de crecimiento. Llegó sin hacer mucho ruido, con cierta timidez, y a fuerza de goles y muy buenos rendimientos, se ha transformado en el animal de área que necesitaba el Manchester; un centrodelantero que está donde la jugada pide que esté, en el lugar justo y en el momento indicado, siempre listo para mandarla al fondo de la red. Así, durante la actual campaña, el ex Guadalajara sumó 12 goles en 25 partidos por la Premier que tiene a los Red Devils como líderes y gritó cuatro veces en ocho encuentros -460 minutos jugados- de Champions League, certamen en el que apareció en momentos importantes, con goles o asistencias, como ante el Marsella, por octavos, o frente al Chelsea, en semifinales.
Messi está más allá de todo y de todos. En la actualidad, no hay punto de comparación con ningún otro jugador. Cada semana quiebra un nuevo récord y se encamina, cómodamente, hacia ese pedestal de leyendas que integran Pelé, Maradona, Di Stéfano y Cruyff. Desde su debut en la 2004/2005, el argentino fue cada año más productivo y determinante para su Barcelona. En la actual campaña, asusta con todos sus números: 31 tantos en la misma cantidad de partidos jugadores por la Liga BBVA; 11 goles en 12 encuentros -957 minutos en cancha- de Champions y 7 gritos en igual suma de juegos de Copa del Rey. Temible, terrible, sublime.
Es evidente que, entre uno y otro, no habría mucho que dudar si -hoy por hoy- se tratara de una entrega del Balón de Oro (Messi ganó las últimas dos ediciones), de una encuesta sobre quién es más talentoso o de quién cuesta y genera más euros. Hablamos de un gran delantero que aspira al trono y de otro que ya es Rey absoluto; de un goleador que progresa partido a partido y quiere asentarse en un gigante europeo, y de un genio que, con sólo 23 años, ya se consagró e ingresó a la historia de uno de los clubes más importantes del planeta.
No obstante, hay un único antecedente en enfrentamientos entre ambos jugadores y en esa oportunidad, la balanza de valoraciones, por rendimiento individual, se inclinó a favor del mexicano. Fue en el estadio Soccer City de Johannesburgo, por los octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010. La Selección argentina se quedó con el triunfo (3-1), gracias a los tantos de Tévez e Higuaín, pero en el duelo que nos concierne (Messi-Hernández), el Chicharito -gol del descuento incluido- fue más decisivo que la Pulga.
Por eso, no discutimos quién es mejor, sino quién será el gran protagonista de la final de Champions League, quién brillará en Wembley y será clave para que su equipo levante su cuarta orejona. En un partido, nada y todo puede pasar y ahí es adonde apuntamos:
Messi-Chicharito; Chicharito-Messi ¿Quién será más decisivo? ¿Quién es el mejor?
Fuente: goal.com
