Pep Guardiola estaba orgulloso de sus jugadores por el esfuerzo «titánico», tal como dijo, que realizaron anoche en el Bernabéu. Si José Mourinho se sentía igualmente complacido de su equipo se lo guardó para él porque, sorprendentemente, en un encuentro en el que el Madrid dio una imagen más que aceptable en su estadio, decidió permanecer en la trastienda y que fuera su ayudante, Aitor Karanka, el que compareciera ante los medios informativos para decir poca cosa, casi nada, aunque sí para mostrar lo de siempre. «Hay cosas que no cambian», afirmó el técnico vasco insinuando que el árbitro había perjudicado al conjunto blanco.
El entrenador azulgrana, todo lo contrario, mantuvo un tono correcto hasta el punto de destacar, y mucho, el juego de los blancos: «El Madrid ha realizado un gran trabajo y con su presión ha dificultado nuestro juego. Si nos ha costado entrar en el partido yo lo achaco al gran trabajo que ha hecho el Madrid. Por eso debemos prepararnos para la vuelta porque harán este tipo de juego y deberemos contrarrestarlo».
Guardiola hizo un llamamiento al aficionado azulgrana para que el miércoles llene el Camp Nou (anoche todavía quedaban más de 13.000 entradas por vender). La final está igualada y anoche los jugadores del Barça terminaron físicamente agotados. «Algunos ni podían hablar en el vestuario», se quejó Guardiola por un partido en el que el Madrid jugó al límite en una capital española que parecía un horno en cuanto al calor que hacía. «Todavía necesitamos unos días más de preparación porque aún pesan las piernas». Por eso, y en esta línea, Guardiola festejó la incorporación de Cesc Fàbregas. «Con él mejoraremos porque somos uno más en un año en el que debemos ir a Japón [allí se disputa en diciembre el Mundial de clubs] y por eso necesitamos a jugadores que tengan un gran nivel».
Comida de tres platos
De la llegada de Cesc también habló el presidente del Barça, Sandro Rosell,
quien adelantó que hoy se explicará el montante de la operación que cifró anoche en un coste inicial por debajo de los 30 millones de euros. «El fichaje de Cesc es un éxito del Bar-
ça y no hay que buscar personalismos», justificó. Tampoco olvidó comentar la situación actual de las relaciones con el Madrid. «La comida con el Madrid ha sido cordial y muy correcta, tal como marcan los cánones de la buena educación. Nos han dado primer plato, segundo y postre. Todo en buena línea».
La nueva incorporación azulgrana también centró los comentarios de quienes ya son los nuevos compañeros del jugador de Arenys. «La llegada de Cesc es un salto de calidad indudable, que es de lo que se trata. Cuanto antes pueda entrenar con el Barça, mucho mejor para nosotros», festejó Iniesta. «Es una alegría para nosotros por el cariño que él siente hacia el club. Nosotros ya sabíamos antes de que se hiciera oficial que venía, porque lo habían dicho Puyol y Piqué», añadió Dani Alves. Cesc ya está a punto para entrenar con un equipo del que, tal como declaró David Villa, «cualquier aficionado del Barça debe sentirse orgulloso porque ha dado la cara en todo instante y ha sabido sobreponerse de los momentos malos».(elperiodico.com)
