EL DÍA QUE DIJO BASTA. Harto de poner la otra mejilla, cansado de aguantar a un entrenador engreído y soberbio, convencido de que había llegado el momento de pararle los pies, Guardiola cambió ayer de táctica y pasó al ataque ejerciendo de líder. En su territorio, en su sala de prensa, ante varios centenares de periodistas, en vísperas de un partido trascendental, el entrenador del Barça dijo al fin lo que pensaba después de muchos meses de morderse la lengua. Con cara de pocos amigos, consciente de que entraba en la guerra del cuerpo a cuerpo, con un discurso pensado y estructurado, disparó con bala convencido de que la afición barcelonista está hasta el gorro de las impertinencias, mentiras y provocaciones del técnico portugués. La reacción de Pep es comprensible y elogiable, es humana.
PEP PLANTA CARA. No es su estilo pero quiso dar un golpe de efecto, romper la dinámica envenenada, dejar claro a sus jugadores que el entrenador del Barça no se deja pisar por nadie. La verdad es que Guardiola explotó y no se fue por las ramas. Buscó la cámara que enfoca a Mourinho y con la mirada fija lanzó un mensaje que formará parte de su historia de frases inolvidables: “Mourinho es el puto amo en la sala de prensa. Le regalo esta Copa de Europa, nosotros hablaremos mañana en el campo”. Nunca le habíamos visto tan cabreado, tan triste, tan decepcionado. En el fondo cayó en la trampa del portugués ya que en vísperas del partido más importante de la temporada se habló de todo menos de fútbol. Pero también es verdad que alguien le tenía que plantar cara de una vez a quien con un cinismo increíble pretende dar clases de ética y deportividad.
EFECTOS DE REVULSIVO. Tengo claro que Pep ya nunca será amigo de Mou, como mucho serán colegas aunque comiendo en mesas aparte. Visto lo sucedido, ahora el gran interrogante es saber si este claro enfrentamiento a nivel de banquillos tendrá consecuencias en el terreno de juego. Podemos adelantar que para la plantilla blaugrana la reacción de su entrenador puede tener efectos de gran revulsivo. No hace falta que les pase vídeos reivindicativos, con que vean un par de veces la rueda de prensa de su míster cabreado saldrán con la adrenalina a tope, con más ganas que nunca de ganar. Ahora lo que debe hacer el equipo es sacar esta noche un buen resultado del Bernabéu para dar la razón a Guardiola y tapar la boca de Mourinho.
Josep Maria Casanovas - sport.es