Críticas para José Mourinho después de perder la primer semifinal de la Champions League frente al FC Barcelona

Opinión: Gracias a Mou, el Madrid no es Real, es plebeyo.

Los planteos tácticos de Mourinho y el circo que el entrenador crea ante cada partido han dejado de lado el respeto por la historia del Real Madrid.

La corona pareciera querer irse del escudo, hacia otros lares. El Real Madrid no está ni cerca de ser la realeza del fútbol. Y Lejos de ser sólo un juego de palabras, este concepto expresa el resultado de la inexplicable conducción que deja de lado el respeto por la historia del club.

Los miembros de la realeza mantienen las costumbres, los principios. Pero los dirigentes Merengues han perdido el norte hace tiempo, la identidad, y han recurrido a diferentes fórmulas traídas de otras naciones, para no hundirse ante el crecimiento de otro reino, el enemigo.

Y llegando al día de hoy, nos encontramos con José Mourinho, la nueva apuesta salvadora. Un hombre que consiguió la admiración de muchos por ganar y ganar, quizás por generar su propia escuela. La escuela opuesta a la del reino Catalán, que podría darle alegría a un pueblo demandante.

Pero José ha llegado no para reflotar el imperio, sino para crear el suyo, sin importar qué hubo antes ¿Qué opinarían los grandes de las páginas ganadoras de la casa blanca al ver a un equipo que regala el balón en su propio estadio? ¿Cúal es la sensación que les generaría saber que jugadores como Pepe y Diarra le quitan el lugar a Kaka? ¿Ellos sacarian a Higuaín del equipo, habiendo hecho tres goles ante Valencia?

Mourinho parece no entender que el que intenta construir tiene más chances de ganar que aquél que se preocupa por destruir. Y si el objetivo para enfrentar al Barcelona es incomodarlo, ¿Dónde estuvo la actitud? ¿Dónde estuvo la garra? ¿Cómo es posible que el defensor de la estrategia y la táctica le entregue la pelota al Barcelona, sabiendo que es su arma letal?

Muchísimas cosas que no se entienden, que alejan al Real Madrid no sólo de los títulos futbolísticos, sino de los nobiliarios. Todo el protocolo, toda la ilusión del pueblo Madridista para generar un escenario soñado por el mundo, y todo para que la realeza le niegue al pueblo lo que desea, lo que sí lo acercaría a las actitudes de los antiguos monarcas. Una triste coincidencia.

La poca rebeldía del portugués por cambiar la historia con los que saben crear fútbol ha dejado al Barcelona prácticamente en la final de la Champions League. Y Dios quiera que me equivoque diciendo que el partido de vuelta está de más, para que la gente tenga un digno espectáculo, pero dudo mucho que en Madrid quede algo de fe.

La diferencia de escuelas es algo muy sano para el fútbol, para que no exista una sola verdad. Pero ninguna puede escudarse tras la mezquindad y la especulación. Éso sí es perjudicial.

Y lo peor de todo esto, es que los caprichos del mandamás Mou, son amparados por una dirigencia que ha abandonado el señorío, siendo ellos los que deben defender al pueblo, a su tradición y a su honor.

Ante Barcelona, el Madrid no tiene nada de Real sino que parece ser sólo un plebeyo.
Fuente: Por Matías Nadeo - goal.com