Jugadores suspendidos de la Sub-22 llegaron a México sin dar declaraciones

El caso de los seleccionados Sub-22 que han sido castigados por la Federación Mexicana de Futbol tiene su halo de misterio, mismo que le han puesto los propios implicados en el affaire de la noche del sábado en Quito, Ecuador, a unos días de que arranque la Copa América en Argentina.

Aunque el propio Héctor González Iñárritu, director general de Selecciones Nacionales, se sinceró y confirmó el desacato al reglamento interno del Tricolor por parte de los ocho jugadores enjuiciados, castigados y multados, los ex pupilos de Luis Fernando Tena adoptan otra postura.

Israel Jiménez, Néstor Vidrio, Jonathan dos Santos, Marco Fabián, Javier Cortés, Néstor Calderón, David Cabrera y Jorge Hernández pretenden seguir guardando su falta en secreto sin tener contacto alguno con los medios de información, tal como sucedió cuando abandonaron la concentración de la Selección Mexicana Sub-22 en Argentina, la tarde del martes.

Está confirmado que los ocho jugadores llegaron a la capital del país, y ya sea por decisión propia o de los federativos, no le dieron la cara a los medios que se dieron cita en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.

Quienes estuvieron esta mañana en la terminal dos esperaron en vano su salida por las puertas de costumbre. El plan era que arribarían a las 6.50 de la mañana, provenientes de Lima, Perú, pero la versión resultó falsa.

Al mismo tiempo, un grupo de reporteros hacía guardia en la terminal uno, y tal parece que por ahí sí llegó el grupo de jugadores. Hay quienes aseguran que vieron caminar a algunos en un pasillo interno del aeropuerto; lo cierto es que nadie se dejó ver abiertamente y mucho menos escuchar.

Las consecuencias de haber participado en otro hecho escandaloso, como sucedió en septiembre del año pasado con integrantes de la Selección Nacional mayor, es algo que todavía no digieren los chavos, quienes emprendieron muy optimistas la gira previa a la Copa América, sin imaginar que el destino les pondría ante una prueba que no superarían, pues cayeron en flaquezas frente a las tentaciones.

Comprendemos el sentimiento de los jugadores, ya que nunca imaginaron que su debilidad les acarrearía seis meses de inhabilitación en cualquier Selección Nacional más una multa de 50 mil pesos; sin embargo, es mucho mejor seguir la línea de hablar de frente, como lo hizo González Iñárritu, que eludir un tema del que tarde o temprano hablarán.

Más allá de que la imagen de los castigados de alguna manera ha quedado maltrecha, lo peor de su aventura en Quito es que están fuera de la Copa América, un torneo que les significaba un reto importante en su carrera por no estar a la sombra de los mayores.

Lo menos malo es que cumplirán la sanción a tiempo para ser tomados en cuenta para las eliminatorias preolímpicas hacia Londres 2012, siempre y cuando mantengan un buen nivel de juego.(mpuebla.com)