El FC Barcelona es el mejor equipo del continente, lo ratificó en Wembley

El 'Pep Team' levanta otra Champions con la misma superioridad que conquistó la anterior · El campeón de la Premier se sintió superado, incapaz, inferior · Pedro, Messi y Villa, con un gol magnífico, certificaron el triunfo.

El Barcelona es el mejor equipo del continente y en Wembley solo ratificó su condición. El 'Pep Team' levanta otra Champions con la misma superioridad que conquistó la anterior. Su fútbol fue excelente, incluso más que el visto en Roma, como exigió Guardiola. Enfrente, el campeón de la Premier se sintió superado, incapaz, inferior.

Solo hubo quince minutos de igualdad en Londres. De verdadera final. El resto de encuentro fue otra historia. El United solo aprovechó un desajuste azulgrana para reivindicar la calidad de sus futbolistas. Rooney puso las tablas, pero este Barcelona es capaz de dejar en evidencia a cualquiera con una naturalidad apabullante.

Apenas bajó medio punto la presión del United, el Barcelona se hizo con el control absoluto de la final. Un calco a lo que sucedió hace dos años. El centro del campo inglés no acompañaba en el empeño de su delantera porque no es humano mantener ese ritmo todo un partido.

El partido giró. Xavi e Iniesta empezaron a gozar. Messi recibía con ese metro de ventaja que le hace imparable. Pedro tenía la chispa de sus grandes noches. Hasta Villa, deprimido en los últimos meses, participaba siempre con acierto.

El gol, por tanto, era cuestión de tiempo que llegase. Xavi desordenó con un pase la defensa del United, que de un instante a otro vio como Pedro se había plantado solo ante Van der Sar. El canario, quien ya había perdonado minutos antes, superó al holandés. El Barcelona se ponía por delante porque ya era hora.

En el transcurrir del encuentro no se atisbó una reacción clara del United, pero a los diablos todavía le quedaban fuerzas para presionar un par de ocasiones más. En una de ellas, Valencia provocó el error en la salida de balón azulgrana. Los rojos, en Wembley de blancos, se vinieron arriba. Apretaron un fuera de banda en campo del Barcelona y empataron el partido.

El tanto de Rooney fue una obra de arte deslucida por un fuera de juego casi inapreciable. Recuperación y siete toques rapidísimos que terminaron en la red de Valdés tras una definición preciosa. Un golazo que recordó por qué este equipo jugaba la final.

Alves y Abidal
Si en la primera parte el Barcelona había renunciado a sus laterales, tras la reanudación, con el respeto del protocolo en los vestuarios, Alves y Abidal se divirtieron como los que más. Van der Sar pudo en un mano a mano con el brasileño, pero nadie se llevó las manos a la cabeza: cuando el Manchester robaba estaba a 70 metros de Valdés. Y encima faltaba el tanto de Messi.

El argentino recibió en zona de tres cuartos. La mitad azulgrana de Wembley se levantó. La mitad roja se tapó los ojos. Ningún defensa del United se atrevió a abandonar su sitio para intentar frenar a La Pulga. El destino de esa jugada era terminar en gol, por más que el disparo de Leo no fuese ni mucho menos imparable.

Entre que el Barcelona ya estaba escarmentado, y que al United no le quedaba la fuerza del primer tiempo, el partido no cambió de rumbo hasta que Villa anotó el tercero. Precioso. Magnífico. El balón llegó al Guaje en la frontal. La pisó con su suela derecha. Alzó la vista. Puso la pelota en la escuadra. El 3-1. Ahí sí, el Barcelona frenó la avalancha.

Quedaban unos minutos para saborear el éxito. Para que Puyol también participase en la final. El capitán cedió el brazalete a Abidal y el francés, tras completar una actuación para la historia, levantó la copa al cielo. Cuatro veces Barça.(marca.com)